Corría el año 1.993:
Martes 20 de Julio:
Dejamos atrás Ponferrada. En Camponaraya una señora salió de una casa con una fuente de bizcochos, ya íbamos a alargar la mano agradecidos por el detalle: ¡Cada bizcocho un duro! No, gracias señora. Nos pareció demasiado materialista. Para eso están los bares y cafeterías que pagan impuestos.
Seguimos hacia Cacabelos, donde visitamos "La Moncloa" de la marca "Prada a tope" cuyo restaurante fue un hospital de peregrinos. ¡Me encantaron sus aceras de pizarra! Comimos en el "Mesón del Apóstol" donde nos sellaron las credenciales y nos invitaron a café.
Saliendo de Cacabelos en el albergue de Cruz Roja, nos sellaron de nuevo las credenciales y descansamos a la sombra de unos chopos.
Llegamos a Villafranca sobre las 6:30 cuando ya todos los refugios estaban a tope. Visitamos la iglesia de Santiago. Aquí los peregrinos que no podían ir a Santiago, ganaban el "jubileo" pasando por la puerta del perdón.
Cogimos una habitación en el "Venecia"y salimos a dar una vuelta. Era la fiesta del barrio "San Lorenzo de Brindis" y todas las calles estaban adornadas con cadenetas, banderines y farolillos de papel. En los cruces, adornos forrados de "yedra" ¡Preciosos!
Recorrimos la hermosa Calle del Agua, visitamos la colegiata, subimos hasta el castillo y regresamos a descansar, entre el bullicio y el colorido de las calles.
Leyéndote dan ganas de ir...
ResponderEliminarEs una gran experiencia, pero mijor en un año que no sea Xacobeo,hay demasiada masificación.
ResponderEliminarCurioso, eso de descansar entre el bullicio.
ResponderEliminarOcurrió más de una vez. El cansancio hace oídos sordos al jaleo y alboroto.
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