martes, 7 de septiembre de 2010

¡¡Peligrosamente sólo!!



¡Yo soy!





Este verano lo presenció mi sombra.

Un niño de unos tres años, está solo en la piscina infantil de la urbanización. Varias madres y padres ya le han echado el ojo.
Se quitó el pantalón, se metió en el agua sin quitarse la camiseta y se ha puesto a jugar con otros niños. Una madre joven se le acerca y le pregunta:
 
_ ¿Con quién estás? ¿Con quién viniste a la piscina? El niño no contesta. Más preguntas:
_ ¿Dónde está tu mamá? Contesta tímidamente:
 _Mi mamá está trabajando.
_ ¿Y tú papá?
_Mi papá está durmiendo en el apartamento.
 
Pasaba el tiempo... una hora, dos horas. Varias personas le vigilaban no se le ocurriera ir para la piscina de  adultos. De pronto apareció un hombretón joven. Desde lejos con su vozarrón le dijo al niño de malos modos que para casa. El niño se fue tras él a cierta distancia. El padre se fue como vino seguido por varias miradas que le hablaron. ¿Las comprendió? Quizás no quiso comprenderlas. Un hombre señaló:
 
_Le conozco. Teníamos que haber llamado a la policía.
 

A mi mente de sombra le vino un gran proverbio árabe: "Quien no comprende una mirada, tampoco comprenderá con una larga explicación".
 
 


2 comentarios:

  1. Tú que eres maestra, estarás harta de ver casos parecidos a diario. Lo que me entristece es que hay mucha gente deseando tener hijos y a otros ineptos les llegan a pares. Así de injusta es la vida... Un beso

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  2. Así es, quiero pensar que son casos aislados, pero se dan con demasiada frecuencia. Un abrazo.

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