¡Yo soy!
_Me llamo Helena.
_Nací ayer. Pesé 3,170 kg y medí 49 cm.
_Mi madre esperó tanto, tanto, a pesar de mis empujones por salir, que cuando llegué a La Virgen Blanca, ya asomaba mi cabecita.
_¡Mamá esperaba que le pusieran "la epidural"! Se lo oí decir muchas veces. Dicen que es una especie de camisa de fuerza para que yo al salir no le haga daño. ¡Pero... cómo voy yo a querer hacer daño a mamá que me ha llevado en su barriga más de nueve meses! ¡Ni se me había pasado por el cordón umbilical hacer semejante cosa!
_ La mujer de la bata verde dijo que ya no podían ponerle ese escudo de defensa contra mí. ¡Que sería un parto natural! Por el tono de sus palabras, debe de ser algo "raro". ¡Ya me enteraré cuando salga!
_Pero... sí. Le hice daño, mucho daño porque oí los quejidos de mamá.
_Mi comadrón, se llama Javier. Él, llamó a mi "yaya" (que piensa que "comadrón" suena mal) ¡Ella sabrá por qué lo dice! A mí me pareció muy simpático y a ella muy agradable. Oí cómo le dijo que se pusiera una bata verde, un gorro verde y unas bolsas verdes en los pies y le siguiera. Ella le siguió, diciendo que parecía un "marciano" ¿Por qué diría eso? Creo que nunca he oído ese sonido.
_Yo sentí sus pasos acercarse. Mamá temblaba. Mi abuela la serenó y le dijo que respirara y empujara. Mamá empujó... así que yo salí rápido no se fuera a arrepentir otra vez. ¡Tenía ganas de mirar afuera!
_Cuando abrí los ojos, me vi sobre la barriga de mamá que me daba besitos y seguía temblando. Luego miré a la "Yaya". Sé que era ella porque la he oído hablar muchas veces. Me dijo bajito: ¡Eres como un milagro!
Así fue como mi sombra, por primera vez en su vida, ha presenciado un parto. ¡El nacimiento de Helena! A pesar de haber parido cuatro hij@s. ¡Nunca había visto un parto en directo como espectadora!
¡Es una experiencia muy hermosa, ver como nace una vida que viene de otra, que tú has alumbrado. Gracias al padre de mi nieta, que me lo prometió y cumplió su palabra.
¡Ah! Por mucho que digan los sindicatos... Hoy no he hecho huelga, he cuidado de mi nieta. ¡¡¡ Y... a mucha honra!!!
Comparto la frase: "Los nietos son la manera que La Vida ha encontrado de compensarnos al hecho de envejecer" de Mary H. Waldrip.
Felicidades par tu hija y para tí. Ahora a disfrutar de tu nieta. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Juan Carlos lo haré. Saludos.
ResponderEliminarFelicidades a toda tu familia de sombras y en especial a la más chiquitina, un besín enorme Mara.
ResponderEliminarIrma.-
Bienvenida Helenita, a ver si nos conocemos pronto. Un besito de tío Ra ;)
ResponderEliminarFelicidades, cuánto me gustaría a mí ser abuelo también.
ResponderEliminarMuchas gracias Irma, Helena es una santita no hace más que comer y dormir. Besotes
ResponderEliminarTío Ra, pronto la conoceréis, es muy buena, no llora nada. Abrazos.
ResponderEliminarMil gracias, Enrique, por comentar y por leerme.
ResponderEliminar¡Que se cumplan tus deseos!
Un bebe cambia la casa y las relaciones. La vida, de repente, es distinta.
ResponderEliminarTe felicito y espero que disfrutes de esa niña.
Muchas felicidades!!! Ser abuela debe ser una experiencia maravillosa. Esas pequeñas personitas son fantásticas!!. Un abrazo
ResponderEliminarLo cambian todo, Fonsado. Gracias por tus palabras.
ResponderEliminarEs una experiencia muy, muy, gratificante, Silvia. Gracias. Un beso.
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