¡Yo soy!
El 7 de Agosto nos reunimos un grupo de "chicas de la Saphil" de varias promociones, aunque lo de "chicas" ya nos queda un poco grande. ¡La mayoría pasamos de los cincuenta!
Fue un bonito encuentro, gracias a unas cuantas y sobre todo a Araceli que es la que se preocupa desde hace años de que nos sigamos viendo. Este año además de la comida, hicimos turismo.
Primero visitamos el Palacio de Canedo. Sus alrededores repletos de hermosas viñas, son impactantes. El propio Prada de "Prada a tope", con su particular gracejo, nos hizo de cicerone por las instalaciones.
Nos contó sus años jóvenes de cuando le llamaban "loco". Sus comienzos en su tienda, vendiendo entre otras muchas cosas, aguardiente de cerezas, como lo más típico para el turismo. Como siguió con el vino, las castañas, el botillo... Nos enseñó sus bodegas IMPRESIONANTES. Nos explicó los pasos para el envasado de las castañas y las distintas formas de confitarlas.
Como Jose Luis Prada dijo: "Tenemos que valorar lo nuestro". ¡ Qué razón tiene!
El palacio, ¡Una pasada! las escaleras de piedra te llevan a las habitaciones ¡Nunca hemos visto nada igual! Como dice Prada: "Más bonitas, más modernas, menos bonitas... pero como éstas ninguna".
Vimos una de las habitaciones llamada "El palomar" porque antiguamente fue un palomar. Su techo abuhardillado, con cuatro ventanas, una especie de vitrina abierta hacia el exterior con sus palomas. Los muebles, los contrastes entre lo antiguo y lo moderno. No se puede decir nada. ¡Hay que verlo!
Agradecimos los "pinchos" regados con su vino y seguimos hacia Cacabelos donde visitamos La Moncloa. Allí, la ex-mujer de Prada y sus hij@s trabajaban en los distintos espacios para adornar las mesas de los comedores de varias bodas que tenían. También lo curioseamos todo. ¡Hasta la cocina! Gracias.
Comimos, escuchamos, charlamos, gritamos, compramos, reímos, recordamos...
Por último visitamos la Virgen de la Encina y con nuestra mirada puesta en el imponente Castillo del Temple, regresamos a casa. ¡Fue una jornada divina!
¡¡Gracias compañeras!!
Alguien dijo: "Muchas pequeñas cosas, hechas por muchas pequeñas personas, en muchos pequeños lugares son los que van a cambiar el mundo" mi sombra está de acuerdo.
este verano conocí el Palacio de Canedo, realmente merece la pena, como todo El Bierzo, esa preciosa comarca leonesa
ResponderEliminarun saludo
EN León nos hacen falta cien empresarios como Prada. Es una pena que sea más la excepción que la regla.
ResponderEliminar¡Aupa El Bierzo! Qué envidia sana, el concierto de Mayalde en Tabuyo, Abel. Un abrazo.
ResponderEliminarAsí es, Ricardo. ¡Y sin subvenciones! como él mismo nos dijo. Un besote.
Estupendo día, según cuentas seguro que os lo pasásteis de maravilla. No conozco el Bierzo.... cachissss... imperdonable, lo sé. Espero ponerle remedio pronto.
ResponderEliminarUn beso y mil gracias por seguir pasándote por Amada Luna, normalmente tengo poco tiempo para comentar por eso os agradezco tanto que sigáis pasando por allí.
Pues ya sabes Siler'Moon, tienes que conocer este trocito de (León), te gustará seguro. Un beso y lo dicho: "Feliz cumpleaños a tu blog"
ResponderEliminarHola guapa, gracias por tu visita a mi blog, da gusto ver cuanto leones anda por la blogosfera, me alegra que te gusten mi trabajos, la verdad no son los mejores que hay por ahi, pero los hago con mucho cariño y esfuerzo ya que todos mis trabajos son totalmente realizados a mano, un besin y no seguimos viendo, hasta pronto y por cierto mi nombre es Nieves, Emma es el nombre de mi hija
ResponderEliminarEso es lo importante, Nieves, el esfuerzo con el que se hacen las cosas sin olvidar el valor que tienen para nosotros y el que los demás le dan. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Mara. He leido sobre el día que habéis pasado en el Bierzo, y me da envidia. Me alegro mucho de volver a leer tús comentarios. Un abrazo .María
ResponderEliminar¡Hola María! Te echaba de menos. Pues sí, pasamos un día precioso muchas de nosotras y Prada se portó genial. Un beso.
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