¡Yo soy!
Es un señor mayor viudo, que vive en un pueblo de la provincia.
Hace un tiempo, conoció a un colombiano que le comió el "coco" con una sobrina que él tenía allá. Se escribieron. El "tío" era el que traía las cartas de vez en cuando.
Los trámites para que se casaran "Por Poder" comenzaron. El "tío" que hoy, se cruzó con mi sombra en la Calle del Cid, visita el pueblo cada cierto tiempo, para pedirle dinero al señor para arreglar los papeles. Iba a ser cosa de poco tiempo.
El viudo, que siempre andaba con un viejo guardapolvo, comenzó a pasearse por delante de su casa muy vestido con sombrero y corbata, a la espera...
Han pasado varios meses. Este verano ya volvió a su antiguo atuendo. Los papeles se retrasan, pero la tal sobrina es muy joven y muy "aparente" por lo menos en la foto.
El hombre viudo, según los vecinos, "supertacaño", que dio mala vida a su mujer... Ahora suelta la "pasta" para poder "Por Poder", casarse con la...¿Sobrina? del colombiano que aparece y desaparece como el Guadiana.
En una de las visitas del "tío" este verano, el "novio por poder" hasta le obsequió con un cesto de cerezas con rabo, que él mismo cortó del árbol con unas tijeras para que las lleve como obsequio. Además de los 200 euros necesarios , para que ella mande... y él le envíe...
Mi sombra, en boca de Gabriel Celaya dice: "A veces, unos puntos suspensivos a tiempo resultan más profundos que un verso archipensado".
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