¡Yo soy!
Esperando para la clase de Yoga, mi sombra escucha. Mujer de unos cuarenta, comenta:
_¡No os vais a creer lo que me pasó hoy! Llamé al cerrajero, la puerta del servicio no andaba bien y temía quedarme encerrada. Acababa de comer cuando llegó y me iba a preparar el café. Arregló la cerradura y le invité a tomar un café.
_Se sentó, me empezó a contar toda su vida: que era separado, que ahora lo había dejado la novia, que se sentía muy solo... ¡Total que yo apuradísima porque el tío no marchaba y se notaba que quería "tema". Le tuve que decir que estaba a punto de venir mi pareja. Mentira, pero... ¿Será posible? ¡Ya no se puede ser amable!
Terminó ella y comentó otra más joven:
_Pues a mí me pasó algo parecido no hace mucho. Salí al balcón a sacudir una alfombra y llovía. Enfrente, bajo un tejadillo comía el bocadillo un barrendero. Comenzó a "jarrear" me dio pena y le dije: ¿Quieres pasar? Me quedé pálida cuando me saltó: "¿Estás sola?".
Los hombres sonrieron con nosotras. Mi sombra recordó: "Todo necio confunde valor y precio" de Antonio Machado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario