lunes, 21 de diciembre de 2009

¡ Qué nevada !





¡Yo soy!



Trabajaba en Los Barrios de Nistoso. Zona minera. Fin de semana, decidí no salir por la enorme nevada que había caído. Apareció mi amiga Carol. Ellos tenían que salir porque tenían la niña enferma, si les acompañaba irían más seguros, por si algo ocurría. Mi sombra decidió salir.

Puse las cadenas. Apareció Sebas, el marido de Carol y me espetó que las tenía al revés. Mi sombra dijo:

_Las cadenas han de ir donde lleva el coche la tracción ¿no?_él se quedó pensativo y farfulló:

_¡Hostia, el que las colocó mal fui yo, voy a cambiarlas! Mientras los dos pusimos las cadenas (que eran verdaderamente cadenas, con unos grandes aros y unos muelles metálicos que para tensarlos, costaba Dios y ayuda) se nos echó la tarde encima.

Nos pusimos en camino. Sebas iba delante con su mujer y su hija. Mi coche detrás. Subimos la pendiente pronunciadísima del pequeño puerto cercano, no sé si tiene nombre. Mi sombra aceleró a fondo oyendo el ruido enorme que hacían un par de muelles sueltos de las cadenas que mi fuerza no había podido poner lo suficientemente tirante, contra la chapa del coche.

Cuando llegamos arriba, el coche de mis amigos paró. Yo paré igualmente. Costaba seguir el camino. ¡La capa de nieve era muy gruesa! Sebas vino hacia mí:

_Carol va llorando, ¿tú cómo vas? ¿Damos la vuelta?

_Yo no daré la vuelta ni aunque me lo pida el Papa de Roma _exclamé_ ¡Estoy arriba y por ahí no vuelvo a bajar aunque se hunda el Mundo! Regresó más tranquilo a su coche. Seguimos la ruta. Ellos quedaron en Ábano. Mi viaje continuaba. Cuando vinieron a despedirme, el marido de mi amiga, me lanzó:

_ ¡Vaya huevos que tienes! ¡Yo venía "cagao"! A lo que contesté:

_ ¡Y yo descampuesta! Pero... "A la fuerza ahorcan" _ya más relajada arranqué y le grité:

_ ¡Ojo, y no son huevos, son óvulos, no lo olvides!

Jamás olvidaré aquel día!


Suerte, que como dice Camilo José Cela: "A siete año (han pasado muchos más) de un suceso, el suceso ya es otro".




5 comentarios:

  1. Que bueno!
    Conozco esa zona, yo soy de San Román de la Vega, y tengo toda esa zona muy pateada, muchos veranos en Villameca, tardes en Castrillos de Cepeda, en Morriondo con mi padrino y un escrito sobre todo eso que si tengo suerte me lo publicará la asociación rey Ordono I de Villamejil.

    Por cierto, conozco a Gemma, a sus dos hijas y a Luis, su marido, el Ruso, ya que es de mi pueblo.

    Un saludo

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  2. Menuda aventura!
    Vaya par de ovarios que tienes mami!
    Como me acuerdo de Carol. Me regaló mi primera navaja cuando era un renacuajo. Hoy la denunciarían por algo así, pero no veas la ilusión que me hizo a mi. Me pasé todo el día persiguiendo lagartijas ;)

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  3. Abel, ¡qué recuerdos! cuando hacía bueno iba bordeando el pantano de Villameca, por Quintana del Castillo, pero si nevaba había que dar un rodeo en dirección a Brañuelas. Ha pasado mucho tiempo no conozco a las personas que nombras. ¡Suerte con la publicación y Felices Fiestas!

    Ra, la que te regaló la navaja fue la señora Lídia. ¡No te lo vas a creer, hoy hablé por teléfono con Carol! ¡Ya te contaré! ¡Hasta pasado mañana!

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  4. Uf, a mí me pone nerviosita la nieve. Y a las maestras mucho sufrimiento de este tipo nos toca pasar. Que no se piense la gente que vivimos tan bien, pues muchas veces nos jugamos la vida. Un abrazo

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  5. La nieve no es buena para los que viajan. Pero una Navidad con nieve es muy hermosa en estas latitudes. ¡Qué las disfrutes!

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