martes, 15 de diciembre de 2009

¡¡ LA NÓNIMA !!




¡Yo soy!



En la SAPHIL llamábamos "La Nónima" (de Sociedad Anónima) a los directivos que venían de Tarrasa y Sabadell. Ellos controlaban la empresa y de vez en cuando se acercaban a ver cómo iba "Su experimento" o sea nosotras y sus inversiones.

Cuando venían los directivos, la fábrica relucía, el equipo de limpieza pasaba y repasaba pasillos y máquinas continuas que quedaban superlimpios.

La Residencia ¡Por supuesto, siempre estaba limpia y ordenada!

A Mª José le tocaba cocina. Estaba ella muy tranquila en aquella maravilla de gran cocina, gran nevera, gran... ¡Allí todo era grande! De repente la olla con el "gran cocido" comenzó a silbar y a girar repentina y rápidamente. Bajó el fuego a mínimo pero seguía el silbido que aumentaba más y más. Se alejó hasta la puerta que limitaba con el comedor.

Justo en ese momento ¡Plaff! saltó la tapa de la olla exprés. Se echó las manos a la cabeza diciendo ¡Dios mío, menos mal que me alejé! En ese momento sintió un murmullo de voces que se acercaban, asomó la cabeza y se cubrió de nuevo la cara con las manos:

_ ¡La Nónima! ¡Allí estaban todos los jefazos! Se olvidó del peligro por el que había pasado. Pensó en cortarles el paso. ¿Ella? ¿A La Nónima?
Fueron pasando uno tras otro a la cocina. Asombrados, como ella, contemplaron los garbanzos que decoraban el techo y las paredes.

Desde entonces el mes de cocina, a Mª José, se le atravesaba.

Más de una vez nos hemos echado unas risas recordándolo. Pero como dice el refrán:


"Nadar río abajo, no cuesta trabajo. Nadar río arriba, ¡eso sí cuesta fatiga!



4 comentarios:

  1. Me has hecho recordarlos,la verdad es que impresionaban,sobretodo uno que era el mas jovencito...recuerdo que cuando venian el encargado me llamaba para hacer una prueva con el hilo en las maquinas, harta de anudar y acostumbrada a ir deprisa , con ellos alli delante me temblaban las piernas y no anudaba ni uno, menos mal que se daban cuenta miraban para otro sitio y en un periquete cuando no me veia observada todos anudados en un plis plas,me daban la s gracias y roja como un tomate, ya me podia ir ... uffff que alivio...

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  2. Yo era del equipo de sacar las usadas porque tenía los dedos muy largos y me cabían bien las tres. ¡Yo ni levantaba la vista! ¡Qué recuerdos! Saludos.

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  3. Recuerdo como me sangraban los dedos, y los paseos por esos pasillos. mi correo es.
    mariabse@yahoo.se

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  4. ¿Te sangraban los dedos, María? ¿En qué equipo estabas? Yo tuve deformado varios años el dedo índice de la mano derecha. Saludetes.

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