¡Yo soy!
¡Es uno de los diecinueve niños de tres años que "le ha tocado en suerte" este año!
¡Es autista! Continuamente se mueve de atrás hacia adelante, haciendo constantemente ruidos extraños. Tira el material de los demás al suelo. La profesora puede y... no puede hacer el corro en la alfombra porque él grita y se levanta. Puede y... no puede contar el cuento porque no deja escuchar. Puede y... no puede hacer una fila porque él se tira al suelo.
La Inspección dice que se han de tomar decisiones en común pero que... "es un niño de integración" y ha de seguir ahí. La profesora piensa que, tristemente, es un niño "de desintegración". De vez en cuando le sacan del aula durante media hora. Ella sabe que eso no es solución. ¡Los demás niños también lo sufren!
Mi sombra, preocupada por la educación, opina: "No quiero ni rechazo nada de modo absoluto, sino que consulto siempre las circunstancias" de Confucio.
No es fácil lograr la integración de estos niños en una clase. Ellos necesitan un trato diferente y pedagogos especiales. Por supuesto que vale dinero pero si hablamos de integración habrá que buscar la vía correcta, para todos. Yo tambien pienso mucho en los padres de estos niños, cuando vienen a casa después de un día de trabajo y tienen que seguir luchando con esa impotencia, no se quejan a nadie, ni nadia le tiende una mano. Mi más sincera enhorabuena a esos padres que a pesar de no recibir recursos no tiran la toalla.Mucho ANIMO!
ResponderEliminarRealmente se hace lo que se puede pero cinco horas diarias en un aula, con lo difícil que es que se adapten, es duro. Desde luego los padres lo intentan todo y merecen lo mejor. Chao.
ResponderEliminarSe puede proponer al centro que la integración sea a la hora de la comida, en el recreo, pero el resto de las horas, necesitan un trato especial un dialogo de signos, un espacio adaptado para ellos por si se caen, si se tiran en el suelo, o simplemente saltan. También necesitan ayuda de profesionales con tesòn y paciencia. A veces el logro es tan pequeño, que se hace muy gratificante. Saludos María
ResponderEliminarYo hablo de los colegios con "integración" en los que el niñ@ permanece en clase normal, aunque le saquen un ratito. El colegio en eso no puede hacer nada, sólo solicitar un profesionas de apoyo pero no para un sólo niñ@. Te doy la razón que los logros por pequeños que sean son siempre gratificantes.
ResponderEliminarEstamos como siempre con el problema económico, pero hay casos que el apoyo tiene que ser individual, esto requiere de profesionales, aunque sea un colegio de integración. Al menos así lo veo yo.
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