jueves, 29 de octubre de 2009

¡¡ "Tres años de cárcel" !! ( 4 )







CELDA NÚMERO 135:



Era ecuatoriana. Miraba a su hijo Jonathan entre la alegría y el dolor, mientras el pequeño dormía plácidamente. Pensaba en sus dos hijos mayores que había dejado en su país al cuidado de los suyos. Ellos no sabían que estaba encarcelada.

Había llegado a España y había conseguido un trabajo de interna en una casa bien de La Capital. No ofreció mucha resistencia a los acosos del señor. Sus hijos y su familia de allá necesitaban su plata.

Cuando supo que estaba embarazada... el señor le dio dinero para abortar. ¡Mucho dinero! Lo envió a su madre y decidió irse a vivir con aquel soldado profesional, que no tenía familia y se sentía muy solo, con el que había ido al cine un par de veces. Como recuerdo de la casa, se llevó un "abrecartas" de oro que cayó de un libro mientras limpiaba y que oyó comentar al señor que la gente regalaba cosas inútiles, como aquella. ¡Esa fue su equivocación!

Al poco de irse de la casa hubo un gran robo en ella. La policía fue a inspeccionar el piso del soldado, pensando que ella había tenido algo que ver, pues la señora no se explicó su marcha. Encontraron el "abrecartas" y...

El soldado era demasiado bebedor, para su gusto, pero cuando le pidió que se casara con él, decidió que sería el padre de su hijo. Aquel hombre la visitaba a menudo en la prisión y jugaba con su hijo, al que adoraba. Sentía un cariño especial hacia él mezclado con un enorme agradecimiento. Deseaba salir pronto para compensar a su esposo con su compañía.

Era feliz a pesar de estar allí dentro. A partir de mañana, cuando su niño no estuviera a su lado todo iba a ser diferente. ¡Sus deseos de salir se multiplicaron!


( C O N T I N U A R Á )




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