viernes, 11 de diciembre de 2009

Nuestro gato






¡Yo soy!



Sánchez Dragó escribió la historia de su gato. Él se siente culpable. Mi sombra también, por la triste historia de uno de los míos.

¡Es muy cruel! ¡Sólo lo disculpan los diez años de edad que tenía!

Entre los muchos gatos que había siempre en casa, a veces hasta doce. Mi padre los llevaba a ahogar al pozo "La Marica", pero si no lo hacía en los primeros días, le daba pena y quedaban en casa. Una vez nos hizo el encargo a mis hermanos y a mí. Sentimos pena, pero lo hicimos. Era algo normal en el pueblo.

Entre todos nuestros gatos destacaba uno grande, de hermosos ojos, que siempre dormitaba en los azulejos de la cocina junto al fogón. ¡Pienso que nunca cazó un ratón! Mi recuerdo de niña lo ve allí tumbado.

Un día vino a casa "el disecador" que había hecho un curso por correspondencia en el pueblo. Lo vio y le dijo a mi padre: ¡Vaya estampa para disecar! Mi padre contestó:

_"Pa to" lo que vale ahí está todo el día, sólo se mueve para comer.

_¿Tienes un saco? _preguntó el hombre_ tráelo. Meterlo en el saco fue fácil, se dejó fácilmente. Luego, parece que aún lo estoy viendo poner la bota sobre el saco y... apretar ... apretar... sobre el cuello _dijo. Se nos hizo larguísimo el tiempo. Pero al fin se lo llevó inerte. Dijo que traería su carne.

Mi madre se negó a cocinarlo y a comerlo. Mi padre lo cocinó y comimos. Pasó el tiempo y volvió el taxidermista con nuestro gato. ¡Nos alegró verle parecía que estaba vivo!

Muchos años presidió en una repisa del pasillo, la entrada de casa. No sé que fue de él supongo que mi madre lo haría desaparecer. ¡Nunca estuvo de acuerdo con la decisión!


Hoy, me alegra pensar que fue una salvajada y que nunca permitiría algo semejante: "El amor por todas las criaturas vivientes es el más noble atributo del hombre" de Charles Darwin.




4 comentarios:

  1. Yo ya lo conocí tiesecito como una vela en la repisa del pasillo. Que grande era! nunca he visto un gato más grande que ese.

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  2. juer jajaajaja, en mi casa una vez se quedó un buho en las macetas de la cocina y mi madre me hizo ir hasta Puente Castro para que hicieran parecido a lo de tu gato, pero iba con mi amiga que eramos igualitas con los bixos y dijimos que estaba cerrado y tuvo buen final el buho por lo menos en nuestra casa.

    Besines, Irma.-

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  3. A Dragó le sobra media hora de palabrería siempre..

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  4. ¿Verdad que era grande Ra? Yo tampoco recuerdo otros tan grande. Megabesos.
    Irma ¿un búho? Se ve que te premió con su sabiduría por lo que hiciste por él. Abrazote.
    Gracias Jordim por leerme. Te doy la razón Dragó habla demasiado. Un saludo.

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